El Gobierno francés ha aprobado recientemente un Decreto que obligará a todos los vehículos tanto nacionales como extranjeros que circulen por territorio francés a llevar un alcoholímetro a partir del próximo 1 de julio, siendo sancionable a partir del 1 de noviembre de 2012.
El alcoholímetro debe estar en buen estado, contener un certificado de homologación y una fecha de caducidda que no debe estar superada.